Como cada año, la visita a uno de los lugares emblemáticos es inevitable para la Familia Bosco´s Camp
De acuerdo a la RAE, la palabra Peregrinar significa “Ir en romería a un santuario por devoción o
por voto”. Si bien se toma con connotaciones religiosas de manera regular, los amantes del 4x4 no podemos encontrar una mejor definición de lo que es visitar Moab, Utah.
Pero ¿qué hace tan especial este pequeño pueblito rodeado de enormes cañones y montañas con un
color cobrizo muy particular?
Pues Moab es nada más ni nada menos que el lugar propicio para que las grandes armadoras pongan a
prueba sus desarrollos en temas de Offroad.
Este lugar ha sido testigo de cada uno de los ajustes que se le han hecho a los vehículos Jeep a lo largo de su historia. La
rudeza de sus terrenos, ha sido el impulso para que los ingenieros hagan apuestas mucho más radicales, siempre tratando de vencer los terrenos más hostiles de Norteamérica.
Por ello, está travesía a Moab por parte del equipo Bosco’s Camp representa no solo un pequeño viaje para entender la evolución
de Jeep, sino que permite que los pilotos que van a recorrer sus superficies vivan en carne propia lo que implica desafiar a las creaciones de la Naturaleza.
En esta ocasión, 8 tripulaciones de diversas partes de nuestro país y de Estados Unidos se juntaron para vivir esta experiencia
Moab de la mano de los mejores en el 4x4 en México: el equipo de Bosco’s Camp.
Y es que en este desolado paisaje, se encuentran diferentes zanjas profundas, dunas, subidas y bajadas de más de 40 grados de
inclinación, sin olvidar la famosa hoya Mickey’s Hot Tube la cual pone en aprietos hasta los más experimentados.
Fueron tres pruebas las que se realizaron en este imponente lugar. La primera parada fue en la llamada Herradura ubicada en el
Dead Horse Point, donde por su terreno, nos preparaba para avanzar al siguiente punto de este desafío.
La segunda ruta nos tomó un promedio de 32.4 kilómetros de recorrido y fue la más complicada, ya que ofrece obstáculos como el
Rocket (escalar una roca), para llegar a la prueba Golden Crack ( Zanja profunda).
Y es que prácticamente, se debe de transitar más de 20 kms lejos del pavimento y donde no hay
vuelta atrás, de ahí que la constancia y paciencia, son elementos que nunca deben de perderse en esta aventura.
The Wall (la pared) es otra prueba muy intensa donde los Jeep deben ser precisos con su maniobra,
ya que él no hacerlo, se puede perder la trayectoria y será necesario acudir al rescate a traves de un winch (malacate de acero).
Finalmente, la tercera ruta llamada Hell’s Revenge mide 14.5 kms y enmarca el aprendizaje y
técnica de los equipos a través del tiempo. Solo los más experimentados se enfrentan a este tipo de pruebas como es la Tip-over Challenge, la escalera mecánica, Rubble Trouble y Hell’s Gate
(la Puerta del Infierno).
Esta última es una zanja profunda en ascenso donde no se puede perder en ningún momento la
trayectoria ideal, ya que en todo momento se va traccionando solo con los costados de las llantas, por lo que la dirección de los guías es vital.
Y es que la comunicación entre los equipos participantes fue muy importante, ya que a través de
los radios Rugged portátiles de largo alcance, se tuvo ese intercambio de información general para avisar sobre los comandos en el cambio de los modos en la doble tracción, facilitando así su
tránsito por este monumental lugar.
Luego de terminar con éxito la ruta, los equipos fueron a descansar para disfrutar de un día más
de actividad. Y es que al otro día por la mañana, se organizó una visita al parque Nacional de los Arcos, implementado una caminata alrededor de 2.4 kilómetros y que tiene como finalidad el
llegar al Delicate Arch, un imponente monumento que se encuentra escondido entre las montañas y que sirvió para darle la bandera a cuadros a esta mítica ruta.
Si bien requiere de una técnica especial y cierta habilidad para adentrarse en sus desafíos, la
ruta a Moab es una de las experiencias que deben experimentarse una vez en la vida, y sobre todo, bajo el seguimiento y profesionalismo del equipo Bosco’s Camp.